Su lugar de trabajo abarca 1200 hectáreas de bosques y lagos, con más de 22 km de sendero de gran belleza, que invita a descubrir su riqueza biológica, histórica y cultural durante cualquier época del año.
El equipo conformado por Víctor Book, Anibal Millalonco, Ricardo Fernández, Vesna Vujovic, Ariel González, Alejandro Alvarado, Walter Muñoz y Humberto Morales, dependiente de la Secretaría de Planeamiento Territorial, es el responsable de la conservación de este patrimonio invaluable para el presente y también para las generaciones futuras, ofreciendo un espacio donde la naturaleza y la historia se entrelazan.
Un día de trabajo no es igual a otro; la oficina es muy grande y amplia y sus paredes van cambiando de colores, texturas y perfumes durante cada estación del año. Es uno de los atractivos más elegidos por quienes nos visitan y paseo obligado de residentes, escuelas y vecinos/as de la zona.
Para ello hay que mantener limpios los senderos, actualizar las señalizaciones, fiscalizar que todo esté en orden y por sobre todo informar a quienes se acercan a este refugio natural sobre cómo recorrer y disfrutar sin perturbar a sus verdaderos habitantes: su flora y su fauna.
Aunque los recorridos no tienen mayor complejidad, no dejan de ser senderos de montañas, por lo que es recomendable contar con ropa adecuada para transitarlos. El personal está preparado para realizar primeros auxilios y cuentan con la especialización de bomberos forestales.
Como novedad se comenzó a trabajar en hacer más accesible el sendero de Arrayanes para personas en silla de ruedas.
Naturaleza y arte
Dentro del parque se pueden encontrar esculturas en maderas, realizadas por Ariel Ojeda, trabajador que conforma el equipo, y quien ha sido responsable de la mayoría de los carteles y bancos en madera reutilizada que se distribuyen en los accesos a los distintos atractivos como el sendero Arrayanes, Lago Escondido, Lago Moreno, y la última creación fue el Cóndor de la entrada al parque, al que, a través de un concurso por redes sociales se le dio el nombre de “Coco”.
Senderos que cuentan historias
El parque cuenta con una amplia variedad de senderos, cada uno con su propia magia. Entre los más destacados, se encuentran:
Sendero Arrayanes: Un recorrido entre el famoso Bosque de Arrayanes y el Lago Moreno, ideal para disfrutar de la serenidad del entorno.
Sendero Brazo Tristeza: Una caminata que invita a la reflexión, acompañada por paisajes de montaña y lagos.
Sendero Cerro Llao Llao: Para quienes buscan mayor aventura, este sendero ofrece vistas panorámicas inolvidables.
Sendero Puente Romano y Mirador Tacul: Perfecto para amantes de la fotografía, con un mirador que regala vistas espectaculares.
Sendero Lago Escondido – Bahía de los Troncos: Un rincón secreto del parque, donde la naturaleza revela su lado más tranquilo.
Sendero Cerrito Negro y Cementerio del Montañés: Testigos de la historia y la cultura montañesa de la región.
Además, cuenta con áreas de esparcimiento y picnic en Bahía López, Bahía de los Troncos y Playa Tacul, lugares perfectos para una pausa rodeada de naturaleza. También se pueden contemplar hermosos paisajes desde los miradores del Cerro López y el Cerro Capilla.
Un entorno que te conecta con la naturaleza
El parque es un paraíso para los sentidos. Aquí se puede disfrutar del bosque en su máxima expresión: el aroma de los árboles, el canto de las aves y la paz que solo la naturaleza puede ofrecer.
Es fundamental que se colabore en su conservación, respetando ciertas normas:
Regresar con nuestros residuos
No hacer fuego, ni acampar
Permanecer en los senderos
No ir con mascotas
No cortar la flora ni molestar a su fauna
No dar de comer a los animales
Evitar música alta y ruidos innecesarios
Un ecosistema fascinante
Llao Llao alberga un bosque templado mixto de coihue y ciprés, acompañado por especies como la laura, el radal y la caña colihue. También es hogar de aves como el chucao, el huet huet y el carpintero gigante, además del imponente cóndor. Entre los mamíferos más singulares, encontramos al monito del monte, una especie nocturna y al huillín en las zonas costeras.
Riqueza cultural
Este territorio tiene una historia ancestral. Hace más de 10.000 años, fue habitado por grupos cazadores-recolectores. Más adelante, en el siglo XVIII, la Orden Jesuita instaló un asentamiento cerca de Puerto Pañuelo, y en el siglo XIX, grupos mapuches se establecieron en la zona. Hoy, la comunidad Tacul-Cheuque ha recuperado parte de su territorio ancestral y es posible visitarla para aprender más sobre su historia.
Recomendaciones para tu visita
Es importante estar atentos a las alertas meteorológicas. En caso de vientos fuertes o nevadas intensas, los senderos se cierran para garantizar la seguridad de los visitantes. Así que antes de ir de excursión, hay que consultar las condiciones del clima.
¿Cómo llegar?
Por automóvil o por la línea 20 del Transporte Público Urbano.
El Parque Municipal Llao Llao te espera con los brazos abiertos, listo para ofrecerte una experiencia única que te conectará con la naturaleza y la historia de esta región mágica.